Cuando se desea difundir información, no solo se debe cuidar la
calidad del contenido, también hay que planear su orden y distribución.
Una manera de organizar la información es identificar los diferentes aspectos de un tema y ordenar los párrafos según dichas categorías.
Otra estrategia es la jerarquización, que consiste en organizar la información
según su relevancia, de lo más a lo menos importante. Ambas estrategias se pueden
combinar para darle coherencia, unidad y secuencia lógica a un texto y, con ello,
hacerlo comprensible para los lectores.
Ejemplo: Cada enunciado se une con su categoría correspondiente.